Saturday, June 24, 2006

Pachecada de Arias

"En honor a la verdad, la Iglesia Católica en Costa Rica ha sido un poco reticente a que nosotros busquemos la ampliación del comercio y a los tratados de libre comercio con otros países y regiones" (La Prensa Libre, 17 de junio). Hasta aquí nada nuevo...

Ese mismo día La Nación titula: "Vaticano dará carta de apoyo al libre comercio". En el interior aparecen las declaraciones de Arias después de hablar con Angelo Sodano, secretario de Estado: "me dijo que lo iba a hacer (dar una señal a los católicos ticos sobre la conveniencia del TLC) a través de la Conferencia Episcopal de nuestro país". A muchos nos sorprende la poca sutileza con que tanto LN como Arias manejaron la situación. ¿Qué efecto habrán pensado que iban a lograr? Lo que sí lo lograron fue provocar una gran crítica en el país, ante la evidente intención de que desde el Vaticano se le diga a la Iglesia qué pensar frente al TLC.


Ante la metida de pata empezó el cantinfleo al mejor estilo de Abel: "ni el Presidente ni el canciller, Bruno Stagno, dijeron recordar ayer si Sodano expresó su apoyo general a la apertura de barreras comerciales en el mundo o si pedirá a la Conferencia Episcopal costarricense respaldar el TLC que ahora se discute en el Congreso." (La Nación, 20 de junio) . Y luego, cuando La Iglesia ratifica lo que siempre ha dicho, Arias se declara sumamente complacido. ¿Entonces?


Lo dijo el jueves el exministro Arnoldo Mora en Radio Universidad: "¡cómo hace falta una cabeza pensante en este gobierno. ¡Cómo hace falta Margarita, cómo hace falta un John Biel"

¿Puede protegernos la razón del Mal?

¿En qué sentido pueden protegernos el uso de la razón, la educación, la cultura, del Mal ? ¿Cómo explicar que en seres humanos de un alto nivel de educación sobrevivan aún las actitudes más primitivas, tales como el racismo, el antisemitismo, la xenofobia ? ¿Y cómo seres “normales y corrientes” han podido comportarse como auténticos salvajes, como si “las adquisiciones morales individuales se borraran y solo permanecieran las actitudes psíquicas más primitivas”? (Freud, Consideraciones actuales sobre la guerra y la muerte)

A partir de estas preguntas se desarrolla el artículo de Laurencia, que está muy interesante: http://www.nacion.com/ancora/2006/junio/11/ancora6.html